ARTICULO DE OPINION : Educación social y violencia en el Brasil del momento

Verônica Müller es la presidenta de la Asociación de Educadores/as de Maringá (AESMAR) y la vicepresidenta de la Asociación Brasileña de Educación Social y Pedagogía (EDUSOBRASIL). También miembra de la red internacional de trabajadores/as sociales de calle DIWSN, aquí expresa su opinión sobre la situación política actual en Brasil y sus consecuencias para la educación social.
La educación social en Brasil no existe como profesión reconocida en el Código Brasileño de Ocupaciones. Contradictoriamente, la ley exige la presencia de educadores sociales en varios sectores de la Asistencia Social (prisiones, instituciones de acogida de niños y adolescentes, otros), lo que resulta en que, sin un código de ética y funciones, cada lugar de estos decide contratar personas con tareas y características diferentes, de acuerdo con sus convicciones. Normalmente exigen solamente enseñanza técnica (no grado universitario) para que se le pague un sueldo menor.
En lo que atañe al educador social, nuestra lucha viene siendo por la reglamentación de la profesión y por la creación de curso universitário específico de educación social en la universidad pública. Y, mientras tanto, hacemos nuestras resistencias y preexistencias en la sociedad brasileña, buscando intervenir para que la herencia que vamos dejar a los que vienen después de nosotros, sea decente.
Vive-se en la actualidad brasileña una pesadilla que ningún cientista político había previsto. En cualquier campo.
Bolsonaro asumió como presidente del país en enero de 2019. Desde el primer momento tiene indignados a millones de brasileños/as con sus acciones que se caracterizan claramente como:
Anti-democráticas :
Por ejemplo, ha decretado que, él es quien decide, quienes serán los vice-rectores, pro-rectores y directores de cada universidad pública federal. Antes eso ocurria por votación de cada universidad.
Quiere también hacer una reforma de la previción donde los jubilados dificilmente podrán usufructuar de la contribución que hacen durante toda la vida. También quiere implantar un sistema de control en las aulas, donde los alumnos deben filmar profesores que estén dando opiniones sobre el contenido que enseñan. Eso fue una promessa de campaña ao MBL- Movimiento Brasil Libre, una organización medíocre, que no resiste a ningún debate, pero que tiene adeptos.
En la universidad donde trabajo, un estudiante sacó una foto sin avisar y sin identificarse, a un profesor que explicaba la historia de la salud pública en Brasil. En cierto momento el profesor habló del tema, en el período que Lula fue presidente. La foto circuló en las redes sociales acusando a el profesor de ser ideológico y pidiendo el fin de la ideologia de izquierda en las uiversidades.
Anti desarrollo nacional:
El gobierno há vendido, por ejemplo, várias empresas públicas de energia para empresas privadas extranjeras. Por otra parte, cortó presupuestos económicos para el desarrollo de la ciencia y tecnologia, además de cortar el 30% del financiamento para las universidades públicas (así, todas declaran tener condiciones de funcionamento solamente hasta el mes de agosto de este año). Existe una ley aprobada en el gobierno del golpista Temer (anterior a Bolsonaro y que este la mantiene), de congelamento de inversiones en el área de educación, salud y asistencia social por 20 años. Los programas y proyectos están cerrando. Lo que lleva al comentário siguiente :
Exterminación de los pobres y líderes políticos :
Ya se habla entre estudiosos y en los media, de la existencia en este gobierno de una “necropolítica”- una política que deja morir a aquellos que no son rentables. Eso se puede constatar, por ejemplo, cuando se restringieron medicinas que hasta hace poco había en los puestos públicos para enfermedades raras, vacunas (ahora tenemos la reincidencia del sarampión, fiebre amarilla y otras). O, cuando en el invierno, el gobernador de São Paulo (apoyador de Bolsonaro), mandó retirar las cobijas de las personas que dormian en la calle, o, cuando el presidente retiró los/as médicos/as extranjeros/as de Brasil y dejó sin atención a miles de ciudadanos/as.
Pero, a mí me parece necesario añadir que no se está solamente dejando morir, se está promoviendo la muerte de líderes políticos (más de 100 en un año) indígenas, negros, de diferentes géneros e, incluso, elegidos democraticamente para funciones de consejal, diputados. También sufren amenazas cientistas que defienden ideas, por ejemplo, a favor del aborto en determinadas condiciones. Volvemos a tener la figura de los exillados políticos, que se fueron a vivir en otros países, por comprobadamente estar amenazados de muerte. El principal exillado político es Lula- ex-presidente, preso sin ninguna prueba, según muchos abogados de extrema calificación.
Además, la policía está autorizada a matar y los ciudadanos comunes están autorizados a tener cuatro tipos de armas muy facilmente.
Hay una industrialización del miedo, de la inseguridad, al mismo tiempo que se incrementa el desempleo y el trabajo informal. Es un gobierno violento que promueve violência. Yo misma, hace unas semanas, sentada en un bar a las 9 de la noche, presencié un joven ser asesinado con seis tiros.
En síntesis, el Presidente Bolsonaro ejecuta una política deshumana, sectária, de desprecio a los/as ciudadanos/as, muy cercana a sectores del ejército, de interés para poquísimos. Probablemente no agrada ni a los/a empresários/a brasileños/as, pero si es certo, que agrada a Trump en primer lugar, junto con parte del gobierno de Israel.
En tal realidad, nosotros, educadores/as, denunciamos sin parar y resistimos al rebajamiento de la edad penal, a la falta de condiciones de trabajo en la instituciones que atenden niños y adolescentes, personas con dependência química, y otros; nos posicionamos contrários al regreso de la filosofia de punición a pobres, negros, indígenas, homosexuales. Luchamos de diversas maneras. Por ejemplo, nuestro Presidente declaró esta semana que es favorable al trabajo infantil- entonces hacemos cartas, manifestaciones, proponemos leyes o cambios de ellas, audiencias públicas, publicaciones, constituímos redes, etc…
Los profesionales de la educación social cobran importancia en una realidad tan desfavorable, cuando se juntan a todos los colectivos que luchan por la educación de forma amplia. Las fuerzas democráticas de todo el mundo son necesarias para sumarse a la vuelta del crecimiento de la justicia social no solo en Brasil, pero en vários países de América del Sur, del Norte y del Centro.
*Todas las informaciones que sirven de base para los comentários de este texto pueden ser encontradas en internet en portugués.